Das color a mi vida, llenas mis días de alegría y das felicidad a mi corazón.
Siempre tienes una palabra precisa en el momento adecuado para darme tranquilidad...Eres quien compartía la mayoría de mis pensamientos.
Cada día era un descubrimiento pues me ayudas a abrir los ojos, encontrar el significado de las cosas y darles su verdadero valor.
Sería egoísta si pidiese más, pues he tenido en ti a la mejor compañera y lo más importante a la mejor amiga,que siempre ha esta ahí en cualquier circunstancia.
En esta amistad eterna que no tiene fin, nos queda un largo camino por recorrer y millones de cosas bonitas que compartir.
Por ser como eres y por mucho más, te doy las gracias y te digo lo mucho que te quiero...
no dejes que las estrellas te impidan ver la luz del sol.
Fotos: Víctor Gascón. Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.